lunes, 25 de marzo de 2013

BLOODY MARY, CÓCTEL


El Bloody Mary es el cóctel conocido en todo el mundo como el reconstituyente ‘del día después’. La verdad es que me cuesta creer en las pócimas alcohólicas que dicen quitar la ‘resaca’ pero si que creo en el efecto reconstituyente que tiene el jugo de tomate, por el aporte de minerales y vitamina C. En cualquier caso el Bloody Mary tiene fama de ser 'un traguito que hace olvidar lo que ayer se bebió para olvidar'. Ay!   ツ

Se dice que fue ideado en París en los años 20 por el barman Fernand Petiot, mejorando su formula diez años más tarde, ya en Nueva York, donde trabajó y se popularizó.

El porqué del nombre es confuso, muchos dicen que podría hacer referencia a la reina María I de Inglaterra. También se dice que Bloody Mary es el espíritu de una mujer que al ser invocada tres veces seguidas frente al espejo, ésta revela el nombre del futuro marido a las féminas ansiosas por casarse. Otra de las cosas que se dice es que podría haberse creado para amortiguar el mal de amores. Bueno, esto último no está mal pensado, tratándose de una pócima (supuestamente) digestiva, siempre puede venir bien para 'digerir' la pena sorbo a sorbo, 'lentamente' (huy, que daño! :) En fin, puestos a suponer... va a ser que cada uno puede  imaginar lo que quiera ¿no?

Estuve mirando y remirando muchas recetas de Bloody Mary por la Red en busca de alguna que me hiciera tilín y de todas las vistas, me quedé con la que hace el barman de este vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=d6Jy9YVAjY8     A pesar del atuendo (con pajarita y chaleco negro 'lleno de pines') el barman en cuestión tiene tablas; veréis que en cuanto empieza a explicar el cóctel, convence. El resultado ¡delicioso!

En cuanto a los tomatitos cherry de acompañamiento, lógicamente es opcional, pero siempre viene bien comer algo cuando se toma alcohol,  por aquello de mantener la testa en su sitio sin correr el riesgo de perderla.  ツ

Aquí va...

LA RECETA

Ingredientes (por unidad):  1 cucharada (½ onza) de salsa inglesa Perrins / 4 gotas de salsa tabasco / Pellizco de sal de apio (o sal común) / Pizca de pimienta / Zumo de ½ limón / 4 cubitos de hielo / 60 ml. de Vodka (4 cucharadas soperas o 2 onzas) / 150 o 200 ml. de jugo de tomate.

Acompañamiento (opcional): Brochetas de tomates cherry con olivada y queso cremoso (puede ser mascarpone, gorgonzola, azul, requesón, etc.)

Elaboración:
1.- Echar en un vaso la salsa inglesa, el tabasco, la sal, la pimienta y el zumo de limón. Remover.
2.- Añadir hielos al vaso, sobre éstos verter el vodka y completar con el jugo de tomate. Remover y servir.

Sugerencias y variantes.-
Versión del país (Boody Sherry): Sustituir el vodka por un Jerez fino.
Versión abstemia: Sustituir el alcohol por un chorrito de aceite de oliva virgen extra. 

√v^√v^√♥
La Recapitulación:

Acompañamiento.
Se cortan por la mitad unos tomatitos miniatura, se le quitan las semillas con una cucharilla para poder rellenarlos con queso y olivada. Se ensartan con unos palos de brocheta junto con unos tallitos tiernos de apio... y se colocan luego sobre el cóctel.




El Cóctel.
Aquí están los ingredientes, todos son importantes, cada uno tiene su aporte de sabor, aunque obviamente las medidas que indico se pueden variar según nuestros gustos.


La sal de apio, no es 'de vida o muerte' para el sabor final, pero le da un matiz muy interesante. Si no habéis tenido tiempo de hacer o conseguir sal de apio, podéis preparar una mezcla de sal común con algo de orégano o romero, por ejemplo. La que aparece en esta foto es la sal de apio de mi post anterior...



Una vez hecha la mezcla con la salsa inglesa, el tabasco, la sal, la pimienta y el zumo de limón... se añaden los hielos...


el vodka...


y el jugo de tomate.



se acompaña con las brochetitas...



y nos abstraemos con cada sorbo :o)


Cuenta la leyenda que Frank Sinatra y Ava Gardner tomaban este cóctel. Los imagino (allá en los años 50) cada uno en la distancia: a Frank mordisqueando el tallo de apio, mientras los celos seguramente se lo comían a él... y por otro lado a la Gardner ahogando las penas del alma en su Bloody Mary mañanero, tras una noche de juerga flamenca en Tossa de Mar.  Y es que la diva consideraba España su 'hogar espiritual', al que adoraba  -según decía- porque los españoles tenían los mismos defectos que ella, 'por lo visto'... trasnochar hasta el amanecer. :o)


¿Qué os parece una versión en plan chupito? :




Mientras tanto... ya se ha desenrollado el telón de la primavera en el planeta azul...


Hermoseando con su verde y sus flores...


Besos mil.
☜♥☞

(Sonando: Iyeoka - Simply Falling)

 

viernes, 8 de marzo de 2013

SAL DE APIO HECHA EN CASA


Tradicionalmente la sal de apio se elabora mezclando sal y semillas de apio, pero ¿donde encontrar semillas de apio? En mi caso ha sido misión imposible, pero tal vez en otras zonas no sea tan difícil de encontrar... De manera que me puse a 'bucear' por algunos foros en busca de las dichosas semillas y... ¡tachán! encontré una forma distinta y facilísima de hacer sal de apio, aprovechando las hojas del propio vegetal. Me pareció una opción taaaaaan maravillosa que aquí está...

LA RECETA


Ingredientes: Hojas de apio y sal.

Elaboración:
1.- Lavar, escurrir y secar las hojas de apio.
2.- Colocar las hojas en una bandeja de horno hasta que se deshidraten por completo  (yo lo hice a 170º con calor arriba y abajo durante 5 o 7 minutos, pero se puede hacer con menos grados alargando el tiempo) 
3.- Desmenuzar las hojas secas de apio con las manos y mezclar con escamas de sal (puede ser sal común)  La proporción será en función de nuestros gustos, yo suelo ponerle la misma cantidad (en volumen, por ejemplo cucharadas) de hojas de apio secas, que de sal.

Utilidades: Saborizar cualquier plato, ya sean estofados, caldos, ensaladas... y ciertos cócteles como el 'Bloody Mary'

Así lo hago yo:











Por cierto... 

Hoy 8 de marzo es el Día Internacional de la mujer. Por suerte, todavía no es un día 'comercial' (cosa rara) pero sí es un día para reflexionar, festejar y homenajear a todas aquellas mujeres que posibilitaron lo ya conseguido.


Buen provecho y ¡feliz día de la mujer trabajadora!

Mañana más y mejor.

miércoles, 6 de marzo de 2013

APIO, APIO, APIO...


Quién me iba a decir que un día llegaría a gustarme el apio... con la manía que yo le tenía tiempo ha.  'Del amor al odio hay un paso pequeño' dicen. Que gran verdad. Aunque en mi caso, con relación al apio, mejor debería nombrar aquel otro refrán: 'amores reñidos son los más queridos'. El tema es que, durante mi infancia y pre adolescencia fui muy pejiguera comiendo, pero evolucioné o digamos que, el buen trabajo que hizo mi madre conmigo acabó dando sus frutos y hete aquí, el paladar se me educó. Siempre estaré agradecida de haber tenido una madre estricta con la comida. Menos mal,  porque con lo cabezona que yo era,  me habría quedado por siempre con el gusto infantil, y no solo eso, ahora estaría perdiéndome los placeres de la buena cocina y la buena  mesa y en consecuencia, tampoco tendría este blog, claro ㋡ 

Os cuento todo esto porque aún hay mucho prejuicio con este vegetal. Una pena. Además, tengo pendientes varias recetas con apio, por eso se me ha ocurrido hacer este post. A ver si con un poco de suerte puedo 'convencer' a los más reacios...

Sabíais que...

En la antigüedad, el apio se utilizó como planta medicinal antes de usarlo como alimento. Es originario de la región mediterránea y se ha utilizado desde siempre con fines tan diversos como coronar los atletas griegos, en competencia con el laurel, o hacer de afrodisíaco, pasando por la preparación de licores de apio que, en la Edad Media, ya se decía que curaba la artritis. La hoja, de perfume y sabor más potente, se destina a caldos y sopas, mientras la penca, carnosa y menos potente, se emplea, una vez retirados los hilos de la cara externa, para ensaladas y similares. Se identifica fácilmente por su olor:  debe su fuerte aroma  al alto contenido de aceites esenciales. Es particularmente rico en calcio y vitaminas A, B y C, y minerales tales como fósforo, hierro, magnesio, potasio, azufre, cobre y zinc. Es bajo en calorías, favorece la digestión, estimula la saliva y el flujo de la bilis. Fortalece los huesos y los dientes. Tiene propiedades antisépticas, disminuye el colesterol, reduce el riesgo de cáncer de intestino. Y también se ha demostrado que el apio tiene compuestos activos que relajan los músculos de las arterias que regulan la presión arterial permitiendo que estos vasos se dilaten.



¿Cómo lo veis? ¿Estáis dispuestos a vacunaros contra 'ciertos prejuicios'? Mientras lo pensáis... os dejo con algunas recetas para empezar a hacer boca:

· Crema fría de apio, queso, pera y nueces.




· Crema fría de apio, queso, pera y nueces. 


· Sal de apio.



· Ossobuco a la Milanesa.



· Ensalada de manzana y apio (2 opciones)




· Rabo de Toro en salsa de vino y peras, con guarnición de patatas azules.




· Sardinas rellenas.


Dicen los estudiosos que la alimentación es un acto sometido a diferentes factores socioculturales. Algunas culturas no entienden que aquí comamos conejo, caracoles o ancas de rana, mientras que a nosotros nos cuesta entender que las tarántulas, las orugas o las hormigas voladoras con limón, sea un manjar en otros países.  ¿Y qué es el apio comparado con una salsa gourmet a base de mariposas y grillitos que preparan en México? Pues nada, una simple chuchería. 

¿Qué? ¿Todavía no os he convencido? Venga va, si es necesario os toco unas palmas para que os animéis... ツ

(Sonando: Verde que te quiero verde. Flamenco alemán)


¡No os perdáis la próxima receta!